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miércoles, 11 de enero de 2012

Un adolescente muere torturado el día de Navidad porque su familia pensaba que era un brujo

Un adolescente de 15 años, Kristy Bamu, fue asesinado por su hermana y el novio de ésta después de acusarle de brujería el día de Navidad. En el juicio que se sigue contra ellos, el jurado ha escuchado cómo el chico fue ahogado en el baño. Además, sufrió hasta 101 heridas que fueron realizadas con cuchillos, un martillo, baldosas de cerámica, postes de metal y pinzas, y le faltaban varios dientes. Su  hermana Magalie Bamu y su novio Eric Bikubi, ambos de 28 años, están acusados de golpearle hasta la muerte porque pensaban que estaba poseído por espíritus malignos, informa Dailymail.co.uk. En un ‘increíble acto de depravación y crueldad’ forzaron, incluso, a sus dos hermanos y hermanas de edades entre 11 y 22 años, a unirse a los ataques. Las dos hermanas también presentaban heridas después de ser acusadas de brujería y magia negra. Los hermanos habían sido enviados desde su casa en París por sus padres a disfrutar de unas vacaciones con su hermana en su piso en Forest Gate, en el este de Londres. Pero la visita se convirtió en una pesadilla inimaginable de violencia. El fiscal Brian Altman sostiene que los acusados son responsables de ‘un salvajismo indescriptible’ durante cuatro días en el que los niños estuvieron encerrados en el piso. La familia es originaria de Congo donde la brujería ‘kindoki’ impregna toda la sociedad. Existe en la iglesia cristiana donde los líderes religiosos alientan a ayunar y a purificar con agua para expulsar los espíritus de los niños. Altman sostiene que es lo que hicieron los acusados, pero “si la práctica del kindoki no está supervisada por un líder religioso, se torna en salvaje y maligno”. “Los acusados realizaron un exorcismo a Kristy durante el cual le infligieron violentos castigos”, añade. Los paramédicos descubrieron una escena de horror cuando Bamu les llamó y les dijo que su hermano se había ahogado en el baño. Bikubi estaba intentando resucitar el cuerpo sin vida de Kristy mientras sus hermanos gritaban histéricamente. Uno de los médicos que hablaba francés trató de conseguir detalles de la hermana mayor, de 22 años, Kelly. Ella dijo que Eric Bikubi la había golpeado con una barra de metal y explicó que durante los últimos cuatro días Eric Bikubi había abusado de ella, de su hermana de 11 años y de Krity. El viaje de las dos hermanas y los dos hermanos empezó sin incidentes hasta que el humor del entrenador de fútbol Bikubi cambió y acusó a Kristy y a sus dos hermanas de embrujar al otro niño de la familia. A pesar de sus negativas, él y Bamu les golpearon y les impidieron comer, beber o dormir durante días mientras Bikubi gritaba a Kristy ‘quién te controla’. La pareja les ordenaba rezar y cantar durante la noche antes de obligarles a unirse a los ataques a Kristy, a quien obligaron a arrodillarse mientras le arrojaban baldosas a la cabeza. Le rompieron los dientes con un martillo y le obligaron a beber orina. Su hermana está acusada de incitar a su novio y de unirse a la bárbara tórtura, incluyendo un ataque con pinzas a la oreja de su hermano. Cuando pillaron a Kelly fingiendo pegar a su hermano, le metieron una bombilla en la boca, la agarraron por el cuello y le pusieron un cuchillo en el pecho. Cuando se le preguntó a Bamu por qué no hizo nada para protegerlos, ella respondió que “se lo merecían”. Altman señaló que “cuando las heridas de Kristy fueron más graves, suplicó que le dejaran morir”. En esos días se hicieron docenas de llamadas a su padre, Pierre, en París, en las que la pareja acusaba a los niños de brujos. Kristy suplicó a su padre que les fuera a recoger pero el señor Bamu no creyó a su hijo ya que consideraba a Bikubi ‘agradable y educado’. En las primeras siete horas del día de Navidad, se hicieron 45 llamadas a París y los padres decidieron viajar el día 27 de diciembre. Pero fue demasiado tarde. Bikubi niega el asesinato pero admite homicidio y asalto y alega que sufre esquizofrenia y no es responsable de sus acciones. Bamu niega el asesinato y el asalto. El juicio continúa.  

Unos 100 mil católicos abandonan su fe cada año en Estados Unidos

Padre John Curran, de la parroquia María Inmaculada, en el Valle de San Fernando. J. Emilio Flores/La Opinión 1/1 Cada año, alrededor de 100 mil católicos bautizados en Estados Unidos se alejan de la Iglesia. La cifra, revelada por la Conferencia de Obispos Católicos de EEUU (USCCB), refleja la crisis de la fe por la que atraviesa la Iglesia Católica en el país. Esa situación de crisis, según expertos, es producto de una cultura social basada en el materialismo y en los escándalos del sacerdocio. En 2002 la Iglesia Católica en Estados Unidos sufrió una sacudida cuando empezaron a revelarse los casos de pederastia clerical que han venido socavando los cimientos de la fe. A partir de entonces y tras una década de estar lidiando con ese escándalo, la Iglesia Católica ha sufrido pérdidas que no solo se cuentan en millones de dólares por demandas, sino en feligreses. Debido a ello, un grupo de obispos, teólogos y líderes católicos han lanzado una campaña llamada Católicos Regresen a Casa (Catholics Come Home) con la que intentan recuperar a quienes han abandonado la religión. La evidencia de ese abandono se refleja en el dato que se desprende de la Encuesta Católica CARA (Center for Applied Research in the Apostolate) que lleva a cabo la Universidad de Georgetown, la cual indica que solo el 33% de los católicos en Estados Unidos asiste a misa una vez por semana. Eso significa que casi 43 millones de católicos en el país no son practicantes. Para el padre John Curran, de la parroquia María Inmaculada, en el Valle de San Fernando, la crisis también se refleja en los matrimonios y bautizos que semanalmente se celebran. La misma encuesta de CARA establece que la mitad de los matrimonios católicos termina en divorcio. Cinco años atrás, refiere el sacerdote, se realizaban más bodas, bautizos y ceremonias de Quinceañeras que en la actualidad, aunque no está claro si es por la crisis de la fe o la económica. Sin embargo, para el padre Curran está claro que hay una crisis muy grave que se reflejará en un futuro no muy lejano, ante lo cual la Iglesia Católica tendrá que actuar. "La crisis se debe a que la cultura en Estados Unidos es secular, una cultura en la que el dinero es Dios", lamentó. Para lidiar con esa crisis, la USCCB ha establecido un plan llamado Estatuto para la Protección de Niños y Jóvenes que busca establecer un ambiente seguro para la educación. "En los diez años se ha pasado de la incredulidad a la acción. Hemos aprendido que lo que parecía increíble, por desgracia es creíble y debe ser enfrentado. Capacitación, verificación de referencias y evaluación de antecedentes son parte normal en la vida de las parroquias para mantener seguros a los niños", establece la USCCB. La crisis en la Iglesia Católica también se refleja en la edad de los curas, ya que de acuerdo con el padre Curran, la edad promedio de sacerdotes en Estados Unidos es muy alta. "Es de 65 años", apuntó. "La Iglesia tiene que preparar más laicos en puestos de liderazgo...Los que se están ordenando no están reemplazando a los que se están muriendo". Curran no quiso entrar en el debate sobre la necesidad de ordenar como sacerdotes a hombres casados o a mujeres. Sheila Briggs, profesora de estudios religiosos de la Universidad del Sur de California (USC), considera que la política de un celibato obligatorio dentro de la Iglesia Católica Romana ha fracasado. La campaña Católicos Regresen a Casa se enfoca en crear y difundir mensajes a través de los medios masivos de comunicación con el fin de inspirar, educar y evangelizar a los católicos inactivos. En 2005, según establece la campaña, había 65 millones de católicos en Estados Unidos (el 23% de la población), pero solo la tercera parte de ellos iba a misa al menos una vez a la semana. De la década de 1990 al 2000 creció en 110% el número de estadounidenses que se identificó como secular, es decir, que no practica ninguna religión. Esto es, el el 13% de la población en el país es no religioso, lo que supera a la cifra de católicos practicantes. "Esto es una realidad en Estados Unidos", comentó el padre Curran. "Sin embargo la Iglesia Católica sigue siendo la más grande en el país. Estamos viendo una disminución de feligreses, pero esperemos que el Espíritu Santo nos guíe, porque esto es una crisis que se verá reflejada en la próxima generación". ‘En los 10 años se ha pasado de la incredulidad a la acción... Capacitación, verificación de referencias y evaluación de antecedentes son parte normal en la vida de las parroquias para mantener seguros a los niños’. Conferencia de Obispos Católicos de EEUU