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sábado, 11 de junio de 2011

Exorcismo gay


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El exorcismo gay o exorcismo homosexual es una forma derivada del exorcismo en la que la autoridad eclesiástica es solicitada para vencer una posesión demoníaca de carácter homosexual. Los defensores de la práctica buscan extirpar el «demonio de la homosexualidad» que sería la fuente de la «desviación sexual» del individuo afectado.
Entre los cristianos pentecostales de Estados Unidos, el dogma afirma que la homosexualidad está causada por demonios que ocupan el cuerpo y obligan a los afectados a actuar en contra de la voluntad de Dios. Muchos de los afectados son menores, lo que ha provocado algunos escándalos, pero el estado no actúa debido al conflicto con la libertad religiosa. Algunos practicantes creen que los demonios tienen una componente física, por lo que tratan de provocar vómitos, esputos e incluso la evacuación de los intestinos. Roland Stringfellow, un predicador de California, ha declarado haber sido sometido a un exorcismo gay en la década de 1990, que le causó «vergüenza y bochorno».
En 2009 fue publicado un vídeo de 20 minutos en la página web de la iglesia Manifested Glory Ministries de Bridgeport, en Connecticut (EE.UU.). En él se mostraba un joven de 16 años objeto de golpes y otros actos de violencia por parte de algunos religiosos y exorcistas en el interior de una iglesia. El vídeo fue posteriormente eliminado de la página, pero fue publicado poco después en Youtube, donde provocó un clamor internacional y protestas del movimiento gay.
El caso de Bridgeport sacó a la luz que también se estaban realizando exorcismos gays en el Reino Unido, donde no sólo se realizan en las comunidades cristianas, sino también en las musulmanas. En mayo de 2010 la prensa reveló que la futura ministra de Interior e Igualdad del Reino Unido, Philippa Stroud, había fundado en 1989 un centro religioso que trataba de «curar» la homosexualidad, la transexualidad y las adicciones a través de la oración y los exorcismos. Stroud y su marido abandonaron el proyecto dos años después para abrir otra iglesia.

EL VATICANO


El Vaticano

Los relojes de Roma miden sin duda otros tiempos. Que no son los habituales en esta sociedad que nos ha tocado vivir. Allí los días tienen cientos de horas y las horas miles de minutos. No es de extrañar que la llamen la Ciudad Eterna. Porque en ella todo se eterniza. No es normal que para encontrar un obispo para Orense –que no estamos diciendo Nueva York, París o Madrid– lleven ya casi año y medio y todavía no lo hayan encontrado. No es de recibo que haciendo más de cinco años desde que se hizo pública la asquerosa vida de Marcial Maciel, fundador de los Legionarios de Cristo, todo su estado mayor siga al frente de la institución sin que el Comisario Pontificio nombrado para salvar lo salvable, que creo que es mucho, del instituto continúe en el más dolce far niente. Con lo que pone en grave riesgo los restos del naufragio que deberían haber sido salvados de una vez hace ya mucho tiempo.
Tampoco se entiende que la anunciada tolerancia cero ante el escándalo de la pederastia eclesial sea casi un cero de actuación y un muchísimo de tolerancia. Casos como el del repugnante obispo de Brujas, Vangheluwe, y el de su encubridor, el cardenal de Bruselas, Danneels, no pueden saldarse con la simple aceptación de la renuncia presentada por el obispo. Eso no es tolerancia cero sino manifiesta protección corporativa. Sólo faltaba que el abusador de dos sobrinos, a quien el cardenal intentó salvar, siguiera de obispo brugense. Tal vez civilmente su delito haya prescrito, pero Roma está obligada a mucho más que a relevarle de su cargo.
Y algo parecido se nos anuncia respecto a la Iglesia de Irlanda, que en este turbísimo asunto ha quedado tremendamente manchada. Cierto que el Papa se lamentó del escandaloso ejemplo de aquella Iglesia, que a cuatro obispo les ha costado el cargo, pero tampoco se ven actuaciones decididas contra los abusadores de niños. Leo que la Santa Sede ha concluido la visita apostólica decretada por el Papa y poco más. “Roma dará “instrucciones precisas” para frenar de raíz los casos de abusos sexuales”. Pues no sabemos a qué espera para darlas. Y menos que haya que esperar todavía “unos meses” para encontrarnos con esas instrucciones que “frenen de raíz cualquier atisbo de abusos”. Porque ese freno debería estar echado ya. E incluso hace bastante tiempo.
Parece que las diócesis están ya suficientemente investigadas pero no así los religiosos que “necesitan de nuevas investigaciones”. Pues tampoco sabemos a qué esperan. Ni tampoco que tengan que tomarse todavía unos meses para que los dicasterios vaticanos den las instrucciones necesarias a los obispos para la “renovación espiritual de las diócesis y seminarios”. La renovación, ante tanta basura, debería haberse activado hace ya mucho. Sin esperar más meses de vergüenza eclesial.

Niñas de un colegio colombiano quedan en trance y sufren convulsiones tras jugar a la ouija


Muy preocupados se encuentran los padres de familia de una institución educativa del corregimiento de El Overo, en Bugalagrande (Colombia) porque varias niñas permanecen en trance y sufren de convulsiones, al parecer, por participar en el juego de la tabla Ouija.
La situación es muy delicada hasta el punto de que varios padres no han vuelto a enviar a sus hijos al colegio Diego Rengifo Salazar por temor a lo que está sucediendo en esa institución.
El fenómeno se descubrió el pasado viernes en la jornada de la mañana cuando cerca de diez niñas de los grados sexto y séptimo empezaron a convulsionar, a vomitar, a desmayarse y a ponerse histéricas, lo que llamó poderosamente la atención de estudiantes y profesores de ese centro educativo.
Luz Estela González, madre de una de las niñas “poseídas”, dijo que del colegio la llamaron urgente porque su hija, de 14 años, se había vuelto histérica y era difícil de controlar.
“Cuando llegamos, encontramos a la niña con las manos arqueadas hacia atrás y los ojos volteados hacia arriba, dicen que eso se debe a un juego llamado Cupido”, manifestó la señora quien dijo que gracias a un exorcismo y a las oraciones que han practicado en su casa la adolescente ha vuelto a la normalidad.
Sin embargo, la estudiante de séptimo grado, dijo que de manera inexplicable aún siente mareos y en su interior escucha risas burlonas. Esta joven experimentó mareos y vómito sin que se conozca las verdaderas causas. En otras estudiantes, se presentaron convulsiones, alucinaciones y comportamientos agresivos.
En la misma situación se encuentran ocho niñas en ese corregimiento, incluso a una de ellas la mantienen amarrada a la cama porque se ha vuelto violenta.
“Desde la semana pasada, cuando las niñas empezaron a experimentar esos síntomas, las enviamos al Hospital San Bernabé, en Bugalagrande y los médicos dijeron que desconocían las causas porque aparentemente no presentan ninguna enfermedad”, manifestó Fabio Naranjo, coordinador de la Institución Educativa.
María Fernanda, una de las estudiantes que tuvo que ser sometida a un tratamiento con espiritistas dijo que el juego Cupido consiste en utilizar dos monedas con la misma fecha de expedición las cuales se arrojan sobre un cuaderno argollado, luego las jóvenes tomadas de las manos piden un deseo e invocan el espíritu de un familiar fallecido para que se cumplan sus peticiones.
Fuente: elpais.com.co