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viernes, 21 de enero de 2011

Vaticano aborda nuevamente el tema de pederastia en sacerdotes


CIUDAD DEL VATICANO

La sede católica se lanzó nuevamente al ruedo el miércoles en materia de pederastia clerical, al afirmar que una carta a los obispos irlandeses sobre la denuncia de abusos de menores a la policía había sido ``profundamente malinterpretada''.
El vocero del Vaticano, reverendo Federico Lombardi, dijo que con esa carta de 1997 se intentaba garantizar que los obispos aplicaran de manera estricta el derecho eclesiástico para que los curas pederastas no pudieran evadir el castigo mediante tecnicismos legales.
De ninguna manera ordenaba a los obispos desobedecer la ley que exige reportar los abusos a las autoridades civiles, añadió el abogado del Vaticano en Estados Unidos, Jeffrey Lena.
En esa época no existían tales leyes en Irlanda. En verdad, los obispos irlandeses se adelantaron a los legisladores al cooperar con la policía cuando se produjo la primera ola de juicios entablados por las víctimas de curas abusivos.
Lombardi y Lena emitieron declaraciones después que The Associated Press informó que la carta del nuncio apostólico dijo a los obispos que su política de ``denuncia obligatoria'' de los abusos ``da lugar a graves reservas de naturaleza, tanto moral como canónica''.
La política resuelta por los obispos en 1996 aclara, con decenas de citas, que se debe aplicar el derecho canónico, lo cual suscita preguntas acerca de qué era lo que tanto preocupaba a la Santa Sede, más allá de la obligación de informar a la policía.
Por eso, la carta ha socavado el argumento reiterado por el Vaticano, sobre todo en su defensa en los juicios en Estados Unidos, de que Roma jamás insinuó que los obispos locales no cooperasen con la policía.
La carta cita a la Sagrada Congregación para el Clero, que había estudiado el documento irlandés.
En esa época el presidente de la congregación era el cardenal colombiano Darío Castrillón Hoyos, un defensor habitual de la política eclesiástica de no denunciar los abusos a la policía. En lo más álgido del escándalo por abusos de menores el año pasado, monseñor Castrillón dijo a una radio colombiana que nadie debía verse obligado a transmitir las denuncias.
``La legislación en los países que tienen un desarrollo jurídico noble nunca obliga a declarar contra el hijo, contra el padre, contra personas allegadas'', dijo Castrillón a radio RCN. ``¿Por qué le van a pedir eso a la Iglesia? Esa es la injusticia''.
En su comunicado, Lombardi observó que la carta del nuncio apostólico, arzobispo Luciano Storero, es anterior a la instrucción del Vaticano a los obispos del mundo, en el 2001, de elevar todos los casos de abuso a la Congregación para la Doctrina de la Fe.
La Santa Sede insiste en que esa instrucción del 2001 significó un viraje.



Comprueban complicidad de la Iglesia en pederastia


Jue, 20 Ene 2011 06:03:00

BELFAST, Irlanda, enero 19 (Agencias)

Víctimas de abuso sexual en Irlanda se dijeron este miércoles “disgustadas” por una carta en la que un representante del Vaticano expresa “serias reservas” respecto a que los obispos de ese país reporten ante la policía las sospechas de abuso a menores.
Dijeron que cuestionarán el contenido de la carta ante el Cardenal que encabeza la delegación enviada a Irlanda del Norte por el Papa.
“Estamos disgustados por los detalles revelados en la carta. Muchos de nuestros miembros no pueden referirse a ello y han sido profundamente afectados por las revelaciones”, señaló a CNN Margarita McGuckin, portavoz de la Asociación de Sobrevivientes y Víctimas de Abuso Institucional.
En la carta, fechada en 1997, el representante del Vaticano en Irlanda advierte a los obispos de ese país que deberán guiarse por las leyes de la Iglesia al investigar las sospechas de abuso sexual a menores por parte de sacerdotes y expresa “serias reservas” sobre requerir que esos casos sean comunicados a la policía.
El Vaticano respondió a ese mensaje diciendo que la carta había sido “profundamente mal interpretada”.
Y un portavoz de la Conferencia de Obispos de Irlanda señaló que desde 1996 han seguido una política de informar a la policía las sospechas de abuso.
La carta de dos hojas, escrita por el nuncio apostólico, Luciano Storero, se envió a los obispos de Irlanda en respuesta a un documento que mandaron al Vaticano en el que se recomienda la notificación obligatoria en casos de sospecha de abuso sexual infantil por parte de sacerdotes.
Después de estudiar el documento de los obispos irlandeses, la Congregación para el Clero del Vaticano indicó que contenía “procedimientos y disposiciones que parecen contrarias a la disciplina canónica y que, de ser aplicada, puede invalidar los actos de los mismos obispos que están intentado poner fin a estos problemas”.
“Si estos procedimientos fueran seguidos por los obispos y hubiera casos de un posterior recurso jerárquico presentado ante la Santa Sede, los resultados podrían ser enormemente vergonzosos y perjudiciales para las mismas autoridades diocesanas”, escribió Storero.
“En particular, la situación del “informe obligatorio”, da lugar a serias reservas de naturaleza tanto canónica como de orden moral”, añadió.
La carta fue obtenida por la emisora estatal irlandesa RTE para un programa de asuntos religiosos transmitido el lunes. RTE señaló que recibió la carta de un obispo irlandés y que las autoridades católicas en el país anteriormente se habían negado a publicarla. Un abogado del Vaticano envió una copia de la carta a CNN.
El programa de RTE ¿Lo puede creer?, indicó que el papa Benedicto XVI está haciendo más de lo que los Papas anteriores hicieron para abordar el abuso, pero preguntó si ha sido suficiente.
Martin Long, vocero de los obispos católicos irlandeses, comentó que el Papa los instó en dos ocasiones durante el año pasado a seguir los procedimientos que la Iglesia estableció para la protección infantil.
“También la Iglesia irlandesa mantiene su política de denuncia obligatoria de acusaciones de abuso”, aseveró Long, haciendo un llamado al Gobierno irlandés para “introducir una ley que facilite la denuncia obligatoria sobre acusaciones de abuso sexual”.
Jeffrey Lena, el abogado que representa al Vaticano en Estados Unidos, mencionó en un comunicado que la “carta en cuestión ha sido profundamente mal interpretada”.
Dijo que su objetivo principal “era ayudar a asegurar que los obispos castigaran a los sacerdotes por el abuso sexual cometido en una manera que pudiera garantizar que no evitaran el castigo basado en razones técnicas. Esto es precisamente lo opuesto de lo que se ha informado en muchas notas de prensa”.
La carta también planteó cuestionamientos sobre la validez canónica de lo que Lena llamó “documento de estudio”, producido por la Conferencia Episcopal de Irlanda. “Como tal, contrario al informe de los medios, la carta no constituye un rechazo a la posición de la conferencia”, aseveró. “Finalmente, y de nuevo en contraste con lo que se informó en los medios, la carta no instruyó a los obispos irlandeses a desechar los requerimientos de denuncias de la ley civil”.
Federico Lombardi, portavoz del Vaticano, dijo que la carta con razón insiste en que la ley canónica debe ser respetada para asegurar que los sacerdotes culpables no tuvieran razones técnicas para recurrir.
“Necesitamos recordar que la carta fue escrita antes de las normas del 2001”, aclaró.

INDIGNACIÓN ANTE LAS RECOMENDACIONES 
Pero en Irlanda, grupos de víctimas y sobrevivientes dijeron que la Ley demuestra que la protección de sacerdotes pedófilos de una investigación criminal no sólo era apoyada por los líderes del Vaticano, también fue ordenada por ellos. 
One in Four, una organización que representa a víctimas de abuso sexual en Irlanda, señaló que la carta plantea preguntas sobre las investigaciones de abuso sexual infantil en Irlanda por parte de clérigos.
Otra organización, The Survivors Network of Those Abused by Priests, también planteó preocupaciones similares. “A mediados de los 90, los obispos irlandeses deseaban acusar ante la policía los horribles crímenes sexuales contra menores”, indicó el grupo en un comunicado. “La alta burocracia del Vaticano les señaló que no. Esto es lo que muestra esta carta recién dada  a conocer al público. No podemos sino preguntarnos cuántos documentos similares hay, en donde el Vaticano frena esfuerzos locales para combatir el abuso, y permanecen ocultos en los registros de la Iglesia en todo el mundo”.

El padre Vicente llegó a ´casar´ a varias parejas


La puesta en escena del Padre Vicente de Natzaret simulando ser cura llegó hasta tal punto que celebró el casamiento y las bodas de plata de familiares de la policía y de mandos de la Policía Local, según ha podido saber este periódico. "Nos sentimos engañados porque tú confias en una persona y crees que estas celebrando una ceremonia católica y luego resulta que ni es cura ni nada", criticó uno de los supuestos estafados por este falso sacerdote, quien prefiere guardar su nombre en el anonimato.
Vicente A. P. era miembro de la congregación religiosa Misioneros Apostólicos de María Inmaculada, asociación no reconocida por la Iglesia Católica, según fuentes del Arzobispado de Valencia. Pese a ello, el falso cura hacía creer a todo el mundo -instituciones y policías incluidos- que era sacerdote católico. 
De esta forma, y siempre ataviado con el alzacuellos y su sotana, el Padre Vicente celebraba eucaristías en la iglesia conventual Padres Misioneros Apostólicos Maria Inmaculada, situada en la calle Ifach de Nazaret, junto al albergue que él mismo dirigía.
Su mentira fue a más, llegando a celebrar el sacramento del matrimonio en una iglesia consagrada, con permiso del párroco de la misma. Entre los engañados se encontraban policías, quienes no supieron que no era sacerdote hasta años después. "Te sientes defraudado porque venía avalado por mucha gente. Te lo presentan co?mo un cura, buena persona y que tiene un albergue para dar cobijo a inmigrantes y luego te enteras de que está metido en asuntos tan turbios", explicaron las fuentes consultadas por Levante-EMV.
"No me perdonan dedicarme altruistamente a ayudar a los más desprotegidos", alegaba el padre Vicente en 2008 tras una denuncia presentada por uno de los trabajadores del albergue, subvencionado por el Ayuntamiento de Valencia hasta noviembre de 2010.
El centro se encuentra cerrado desde el pasado mes de diciembre y los inmigrantes han sido reubicados en otros albergues, según fuentes del Consistorio.
En el barrio de Natzaret su detención ha sorprendido a muchos de los vecinos, quienes lo consideraban "un buen cura".