Páginas

Benedicto 16:”En los 70, la pedofilia se consideraba normal”

Interesante visión de la Iglesia sobre el “bien” y sobre el “mal”. Interesante visión sobre la pedofilia y el marketing necesario para “curar a las víctimas”.
Conviene saber, recordar y no olvidar cómo se visten los lobos.
Traducción Trinity a Tierra
Víctimas de abusos sexuales del clero han reaccionado con furia a la declaración del papa Benedicto XVI ayer diciendo que la pedofilia no estaba considerada un “mal absoluto” hasta tan recientemente como 1970.
En su discurso navideño tradicional ayer a los cardinales y oficiales que trabajan en Roma, el papa Benedicto XVI alegó que la pornografía infantil estaba aumentando su consideración de “normal” por la sociedad.

“En los 70, la pedofilia se entendía como algo completamente en conformidad con el hombre e incluso con los niños”, dijo el papa.
“Se mantenía, incluso dentro del ámbito de la teología católica, que no hay tal cosa como el mal en sí mismo o el bien en sí mismo. Hay sólo un “mejor que” o un “peor que”. Nada es malo o bueno en sí mismo.
El papa dijo que las revelaciones del abuso en 2010 alcanzaron una “dimensión inimaginable” que ha traído consigo “humillación” a la Iglesia.
Preguntándose cómo el abuso se extendió dentro de la Iglesia, el pontífice hizo un llamamiento a los clérigos para “reparar tanto como sea posible las injusticias que han ocurrido” y ayudar a las víctimas a curar por medio de una mejor presentación del mensaje cristiano.
“No podemos quedar silentes en el contexto de los tiempos en que estos eventos han venido a la luz”, dijo, citando el crecimiento de la pornografía infantil “que parece, de alguna manera, ser considerada más y más normal por la sociedad”, dijo.
Pero una víctima indignada ante estas declaraciones, Andrew Maddren de Dublin, insistió en que el abuso infantil no estaba considerado normal en la compañía en el que él estaba.
El Sr. Madden acusa al papa de no saber que la pornografía infantil trata de imágenes de niños siendo abusados sexualmente y debería ser nombrado de ese modo.
Madden dijo; “Esto no es normal. No sé en qué compañía ha estado el papa en los últimos 50 años”.
El papa Benedicto también dijo que el turismo sexual en el Tercer Mundo estaba “amenazando a una generación entera”.
Víctimas de abuso muy enfadadas la pasada noche dijeron que cuando los representantes oficiales de la Iglesia habían culpado al liberalismo de los años 60 por los escándalos sexuales de abusos en la Iglesia y de catástrofes de encubrimiento, el papa Benedicto XVI sale ahora con una nueva teoría culpando a los años 70.
“Los católicos deberían estar avergonzados de escuchar a su papahablar una y otra vez sobre los abusos mientras hace poco o nada para frenarlos y desenmascar esta crisis horrenda”, dijo Barbara Blaine, cabeza de SNAP, Red de Supervivientes de Abusados por Sacerdotes.
“Es fundamentalmente perturbador observar a un hombre brillante ofrecer un diagnóstico tan conveniente  para la Iglesia a una escándalo tan horroroso” dijo.
“El papa insiste en hablar acerca de  un vago “contexto más amplio” que, supuestamente, él no puede controlar, mientras ignora el claro “amplio contexto” en el que él sí tiene influencia: esto es, la cultura insana y que perdura de una jerarquía eclesiástica de sólo hombres, rígida, secreta y obsesionada con la auto-preservación a toda costa. Este es el ‘contexto’ que importa.
La última controversia llega cuando la revista alemana Der Spiegelcontinúa investigando el papel del papa al permitir a un ya conocido sacerdote pedófilo trabajar con niños a comienzos de los años 80.

El Dios encarnado

Para seguir con la conversación sobre el rostro de Dios, creo que una de las cosas más negativas de la religión ha sido el antropomorfismo. “Dios es espíritu purísimo,” me dijo mi abuela. Después la catequesis se ocupó de mostrarme a Dios como el triángulo con el ojo en el medio, “mira que te mira, mira que te está mirando, mira que vas a morir, mira que no sabes cuándo.” O sino como el señor de barba inmortalizado por Miguel Ángel. Y de ahí en más el terrible engaño de que para que Dios me ame tengo que ser buena. De que Dios me exige, me juzga, me manda pruebas terribles para mi bien, etc. Se instala el miedo, la sumisión, el comercio, la magia y tantas cosas para aplacar a este dios exigente que nos puede condenar por toda la eternidad.
Pero volviendo a lo del espíritu purísimo y yendo a las fuentes bíblicas podríamos decir con el autor del Génesis que ése Espíritu de Dios que se agitaba sobre las aguas es el que se fue haciendo a “imagen y semejanza” de todo lo creado. Se fue conformando, tomando la forma de todo y vivificándolo todo. Una creación que continúa y continuará hasta el fin de los tiempos, con un Dios comprometido con ella, cercano, rostro de todo. Por eso cuando pude sentirme inhabitada por Dios, y verlo en todas sus formas me sentí libre por fin. Perdí el miedo, porque aunque me equivoque la Presencia seguirá profundamente en mi interior, animándome a seguir, a cuestionar, a descubrir dónde se esconde el Reino. Y ésa es la Buena Noticia que nos vino a traer Jesús. Que el Reino ya está, que el desafío es dejarnos amar, porque a medida que nos sentimos amados somos capaces de amar a otros. Y lo que hace crecer el Reino es un corazón compasivo que se compromete profundamente con el hermano y con toda la creación.
Animémonos a seguir a Jesús, a ser verdaderamente discípulos suyos, a tomarnos en serio sus palabras y ponerlas en práctica. Entonces tendremos la fuerza de ser “levadura en la masa”, “sal de la tierra y luz del mundo.” Si no seguiremos adorando a Dios en el tabernáculo, buscándolo en el templo y nos perderemos al Dios íntimo, misteriosamente inmanente y trascendente a la vez, el que se encarna en cada uno de nosotros para quedarse hasta el fin de los tiempos. (Eclesalia).