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martes, 9 de noviembre de 2010

Un investigador catalán describe la enfermedad de la niña de 'El exorcista'

Anticuerpos que atacan a proteínas neuronales "cruciales" provocan el aparatoso trastorno

   BARCELONA, 2 Nov. (EUROPA PRESS) -
   El investigador de la Universidad de Pensilvania (Filadelfia, EE.UU) y futuro Icrea del Idibaps-Hospital Clínic de Barcelona, Josep Dalmau, ha descrito la enfermedad de la conocida niña de la película 'El exorcista', consistente en anticuerpos que atacan a proteínas neuronales "cruciales" y que provocan el aparatoso trastorno.
   En una entrevista a Europa Press, Dalmau ha explicado que los síntomas que retrata William Friedkin en su filme de 1973 han sido históricamente confundidos con un cuadro agudo de esquizofrenia e incluso posesiones diabólicas.
   No obstante, según los estudios que ha liderado la dolencia guarda estrechos parecidos con la enfermedad bautizada como 'Encefalitis por anticuerpos contra receptores NMDA', y ha recordado que hay determinados síntomas --como el hecho de que la menor empiece a hablar idiomas que desconoce y gira 360 grados su cabeza-- que son simplemente ficción.
   En la realidad estos enfermos, que suelen ser chicas de entre 18 y 20 años, aunque también niños y adolescentes, realizan torciones "muy forzadas", pero no tan extremas, y "desestructuran el lenguaje" hasta el punto que éste se convierte en incomprensible, pero no hablan nuevos idiomas, ha señalado el fichaje del Idibaps - Hospital Clínic, líder del grupo que ha elaborado la descripción.
   Alucinaciones visuales, conversaciones imaginarias por teléfono, visiones de muertos, certeza de posesión de la verdad absoluta, convencimiento de contacto directo con Dios, expresiones constantes de terror, retorcimientos espectaculares con el cuerpo que desembocan en crisis epilépticas y movimientos anormales de boca, cara y brazos parecen los ingredientes de una película de terror, pero pueden ser consecuencia de una enfermedad inmunológica.
   La dolencia ha sido recientemente descrita por el grupo americano del que forma parte Dalmau que, tras una investigación que empezó en 2005, ha quitado todo "misterio" a la dolencia, provocada por anticuerpos que atacan a proteínas situadas en la superficie de las neuronas y en sus puntos de conexión (sinapsis).
   "La función de estas proteínas es crucial", por ser encargadas de los circuitos del cerebro, la memoria y el aprendizaje, y la alteración, que provoca la retahíla de síntomas citados, puede ser tratada con inhibidores de los citados anticuerpos. De hecho, se curan el 80 por ciento de estos enfermos con el correcto tratamiento.
EL ORIGEN NO ES VÍRICO, COMO SE CREÍA
   A diferencia de lo que se creía, el origen del cuadro no es vírico, y la identificación de los anticuerpos permite un correcto tratamiento.
   La espectacularidad del trastorno confunde a las familias de los enfermos que, convencidos de que una droga es la causante del "aparatoso" trastorno, llevan a su enfermo a urgencias del hospital, donde las pruebas descartan que se trate de una sustancia estupefaciente.
CALVARIO DE LAS FAMILIAS
   De esta manera, los familiares inician un calvario de idas y venidas al hospital, al psiquiatra, incluso a sacerdotes exorcistas, y estos enfermos acaban en las unidades de cuidados intensivos (UCI) y pasando varios meses en el hospital, donde algunos a veces mueren.
   Recientemente el grupo ha realizado un estudio con 400 enfermos, el 80 por ciento de los cuales han logrado una curación completa o casi completa, y han podido retomar sus actividades habituales, aunque "han tardado bastante tiempo" en conseguirlo, ha especificado el experto, que ha calificado de "extraordinario" que se puedan curar.
   La mitad de las enfermas sufría un pequeño tumor en el ovario benigno, pero con tejido nervioso, que iniciaba una respuesta inmunológica en el cerebro y desencadenaba la enfermedad. Ello llevó en 2005 a continuar con las investigaciones y en 2007 se identificó por primera vez la proteína diana a la que atacaban los anticuerpos en 12 enfermos.
   La descripción de la enfermedad, que ha despertado expectación entre la comunidad científica en los dos últimos años, será presentada con vídeos ilustrativos este sábado en el X Congreso Internacional de Neurinmunología, que se celebra en Sitges (Barcelona) con un millar de científicos de todo el mundo.

El Papa cita a los 203 cardenales para afrontar la pederastia


LA VISITA PONTIFICIA | LOS PROBLEMAS DEL VATICANO

Abordarán también la falta de libertad religiosa en algunos países asiáticos

Benedicto XVI y los purpurados de todo el mundo se reunirán en Roma el próximo día 19

Martes, 9 de noviembre del 2010

Benedicto XVI ha convocado a los 203 cardenales de todo el mundo en Roma para debatir los temas más acuciantes de la Iglesia católica en este momento, con los abusos sexuales de menores cometidos por sacerdotes a la cabeza. La libertad religiosa y la vuelta a Roma de obispos y sacerdotes de la Iglesia anglicana son otros asuntos en la agenda de la cita. La reunión, que será a puerta cerrada, se celebrará el 19 de este mes, un día antes de que el Papa ordene a los 24 nuevos cardenales que ya fueron anunciados el pasado 20 de octubre.

Según un comunicado oficial de la Santa Sede, se tratará de «una jornada de reflexión y de oración», una fórmula para significar que el Papa quiere escuchar en privado la opinión de los príncipes de la Iglesia con relación a los asuntos más difíciles que afronta el Vaticano.
DENUNCIAS EN TRIBUNALES CIVILES / Sobre los casos de pederastia eclesial es probable que el Papa quiera un aval para poner al día las normas del 2001, entre las cuales no figuraba la denuncia automática ante los tribunales civiles, por considerar que los regímenes penales son distintos en cada país.
Al mismo tiempo, en Bélgica e Irlanda se han producido oposiciones a la línea de mano dura promovida por Benedicto XVI. Juergen Mettepenningen, portavoz del primado de Bruselas, el cardenal Joseph Léonard, dimitió ayer de su cargo por considerar que su jefe es demasiado blando y no sigue la línea del Papa.
Precisamente ayer el cardenal Angelo Bagnasco, presidente de la Conferencia Episcopal italiana, entonó un mea culpa por los escándalos de pederastia en Italia. «Ha habido pecados de omisión y traiciones de la confianza», dijo Bagnasco. Asimismo, el purpurado admitió que la Iglesia italiana no ha sido rápida a la hora de «identificar la gravedad de ciertas acciones» y reconoció que algunos comportamientos «no son curables con reprimendas».
Otro asunto que abordarán los cardenales es la falta de libertad religiosa. Este hecho está provocando en la actualidad graves problemas en el mundo, principalmente en algunos países de Asia, donde los islámicos intentan echar a los católicos, que en algunos casos son la comunidad religiosa más antigua.
EL CATOLICISMO EN CHINA / Con relación a China, los últimos tres papas han ejercido presiones directas e indirectas para normalizar la situación de una iglesia nacionalizada por Mao Ze Dong en los años 50 y otra clandestina obediente a Roma, pero no se ha llegado todavía a una pacificación. El régimen de Pekín rechaza que una comunidad religiosa nacional tenga como jefe a un líder que se encuentra en el extranjero, circunstancia que define como «injerencia en los asuntos internos».
Por otra parte, las crónicas de las últimas semanas han informado sobre incendios de templos y asesinatos de católicos en Irak, Pakistán e India, mientras los creyentes de Palestina están emigrando. Varios observadores han subrayado estos días que un éxodo masivo de los ciudadanos católicos de estos países y de Asia en general contribuiría a dar la razón a quienes insisten en la gravedad del choque de civilizaciones en el mundo actual.

El Papa católico en España


La visita de Benedicto XVI a España, la segunda en su breve pontificado, confirma el papel que el sucesor de Pedro, le confiere a España y a los españoles en la lucha en contra del laicismo estatal y la indiferencia religiosa de los europeos. Estos, como todo Occidente, nunca han creado una Iglesia. Su interés mayor siempre ha sido el poder, la economía y últimamente el placer. Lo que les ha llevado a renunciar incluso a sus raíces cristianas, sin las cuales la historia europea habría tenido otro sentido y otros resultados.

España, durante la Reforma encabezada por Lutero – justificado no por lo que propuso sino que básicamente por su crítica a los desenfrenos de la curia romana  encabezada por los Papas de su tiempo  – aportó a San Ignacio de Loyola, la Compañía de Jesús y a los jesuitas, verdaderos soldados de Cristo, que dieron el pecho en la defensa de la Iglesia. Ahora, la España actual, tiene muy poco que aportar en la tarea que imagina el Papa, destinada a hacer de la patria de Cervantes, la frontera defensiva de un cristianismo que oponga a la modernidad los frenos morales que la Iglesia católica se siente obligada a darle a la comunidad humana. Está más bien, dañada por un catolicismo anticuado, que en la mayoría de los casos se ha quedado respondiendo al anti clericalismo de  los años treinta del siglo pasado, cuando esta cuestión es historia antigua, a la cual hay que ver con objetividad para aprender del pasado. Pero no para que ordenen el comportamiento de una Iglesia que debió, hace muchos años abrir las ventanas de las sacristías para que entrara el aire menos brusco de la modernidad por lo menos. Pero en vez de ello, hay allí una Iglesia fundamentalmente inclinada a la derecha, con unos pastores conservadores hasta la brusquedad, que no pueden entender el espíritu moderno de los tiempos que se viven; ni anticipar la siempre menguada voluntad de los seres humanos por la búsqueda de lo nuevo y lo prohibido. El liderazgo de la Iglesia católica española es uno inclinado hacia la inactividad, la oposición y hacia la respuesta conservadora y anticuada. Por ello la jerarquía católica española, representada por el cardenal Rouco Varela, opera desde la defensiva, sin propuestas alternativas, interesada en el ejercicio del no, más que en la oportuna salida alterna. Como dirían los expertos en tauromaquia, a los líderes católicos españoles, en términos generales, les hace falta cintura para echarle el trapo al toro bravo, indócil e irracional de la modernidad que, en efecto, tiene que ser sometido y ordenado. Como todo.

Sin embargo el papa Benedicto XVI, no tiene muchas alternativas para enfrentar esta dura lucha en la que ha terminado acosado por la prensa, los gobiernos socialistas y las fuerzas agnósticas de la población a las cuales el cristianismo, a la manera europea, no les sirve casi nada para sus vidas. Como hombre inteligente sabe que una Iglesia confrontada como la española, sin una reedición del cardenal Tarrancón que sí entendió hacia dónde iba la reforma política necesaria, tiene muy poco que ofrecer como fuerza renovadora. Apenas será tropa de contención inicial, porque aunque no lo quieran aceptar los vaticanólogos la fuerza real del catolicismo no está en Europa, sino que en América Latina, en los Estados Unidos – especialmente por la fuerza de los inmigrantes hispanos que no se hacen evangélicos – y en Africa, en donde el catolicismo tiene la obligación de hacer concesiones teológicas y litúrgicas que permitan una retroalimentación desde el animismo de las religiones tradicionales.

El cristianismo es la religión de la esperanza, del futuro y de la búsqueda del lugar de la llegada. La mayoría de los europeos, exitosos en la creación de un sistema de bienestar desconocido totalmente por sus abuelos, creen que ya llegaron, que no necesitan de la religión; ni mucho menos de su moral para mantenerse con los pies sobre la tierra. América Latina por el contrario tiene un catolicismo – con defectos que hay que analizar en su momento, como su inmovilismo, la tristeza y la adhesión a la muerte por la muerte como instancia de consolación – que puede equilibrar la borrachera individualista europea. Un Papa latinoamericano puede concluir la tarea empezada por Benedicto XVI. Los europeos le escucharan más. Tendrá más fuerza para ejemplificar y más imaginación para que vuelvan a creer.
del Tiempo.hn  http://www.tiempo.hn